La felicidad y sus beneficios para el corazón

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sonreir alarga la vida de tu corazón

La felicidad es uno de los objetivos más importantes. Una vida feliz contribuye a nuestro bienestar y a sentirnos bien en todos los sentidos, también a nivel cardíaco. Efectivamente, la salud del corazón se beneficia de que seamos felices.

Un estudio elaborado por la Universidad de Londres señala que un estado de ánimo alegre reduce en nuestro organismo el nivel de sustancias químicas relacionadas con el estrés. Uno de los factores de riesgo cardíaco más crecientes en la actualidad.

Por tanto, la felicidad sirve de escudo contra la presión e impide que el corazón sufra estas repercusiones.

La muestra de la investigación la formaron 116 hombres y 100 mujeres de entre 35 y 55 años, a quienes se consultó en 33 momentos distintos del día si se sentían, o no, felices. Aquellos que afirmaban encontrarse en un estado de felicidad contaban con un nivel de un 32 % de cortisol, la hormona del estrés y habitualmente relacionada con la obesidad abdominal, la diabetes o la hipertensión arterial.

Asimismo, entre los más infelices se encontró un mayor volumen de fibrinógeno, una sustancia presente en el flujo sanguíneo y que se desarrolla en forma de coágulos cuando hay algún tipo de herida que se debe cerrar. La excesiva cantidad de esta sustancia sanguínea y sus coágulos puede propiciar la aparición de trombos y obstáculos para el correcto flujo de la sangre, lo cual constituye un factor de insuficiencia cardiovascular, ya que el fibrinógeno también se usa para evaluar el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas futuras.

Optimismo, felicidad y corazón

La forma de encarar la vida también repercute en la salud cardiovascular, pues una evaluación de la Universidad de Illinois refleja una relación entre el estado del corazón y el optimismo de 5.100 personas. Para extraer las conclusiones del estudio se examinaron en estos individuos varios factores implicados en la aparición de problemas cardíacos, como el índice de masa corporal o la presión sanguínea, y los compararon con su actitud ante la vida.

El resultado fue que los que se mostraron más optimistas y con más felicidades eran más propensos a disfrutar de buena salud cardiovascular, mientras que aquellos con mayores parámetros de colesterol o azúcar en sangre se mostraban menos positivos, así como menos activos y más propensos a fumar. Por tanto, tanto la felicidad como la actitud optimista de las personas trae beneficios cardíacos y ventajas para su corazón.